sábado, 23 de junio de 2012

Michoacanazo reloaded

Mas y mas mentiras del candidato EPN, ahora reportan que la familia Michoacana penetro al EDOMEX pero como si es eso posible si el PRI no tiene nada que ver con el narco


Las historias narran la penetración de La Familia Michoacana en el Estado de México durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Hasta un rancho ubicado en el poblado de Cuatro Caminos, municipio de Múgica, Michoacán, llegaron los jefes de La Familia Michoacana.
Armados, con escoltas y lujosas camionetas, los narcotraficantes se reunieron con un objetivo: abrir la plaza del Estado de México al tráfico de drogas.
Los convocados llegaron puntuales. Cada uno con su equipo de seguridad atravesó un amplio terreno hasta topar con una finca que tenía múltiples cuartos y caballerizas.
Era mayo de 2007. Ahí, antes de su división y fractura, coincidieron los míticos líderes de la organización, José de Jesús Méndez Vargas, alias “Chango Méndez” detenido en junio de 2011 y Servando Gómez Martínez.
La presencia de los jefes de la organización y otros tantos lugartenientes asignados en diversas regiones del país provocó una movilización en la ranchería de poco más de nueve mil habitantes, cercana a Nueva Italia.
Llegaron en camionetas Harley, Hummer y Pick Up, que se mantuvieron estacionadas en el amplio terreno de aquella construcción cuyo ingreso estaba flanqueado por dos pilares y un enorme portón custodiado por escoltas de los asistentes.
Lo que el “Chango Méndez” quería era abrir brecha más allá de Michoacán, fue por eso que cuando ya estaban todos reunidos les dijo a los jefes de plaza que uno de los principales objetivos era apoderarse de la zona de Toluca, Valle de Bravo y los municipios limítrofes al Distrito Federal.
Además de “La Tuta”, quien se mantiene prófugo de la justicia, lo escuchaba con atención Saúl Solís Solís, “El Lince”, quien años después tras la fractura de la Familia Michoacana, se convertiría en uno de los supuestos fundadores del grupo “Los Caballeros Templarios”.
El relato corresponde a un testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR), con el nombre clave de “Emilio”, quien junto con otros “colaboradores” de las autoridades identificados como “Ricardo”, “Paco”, “Mateo”, “Carlos”, “Montana” y “Bony” dieron forma a un grueso expediente que detalla la forma de cómo “La Familia Michoacana” se infiltró al Estado de México para apoderarse del mercado de la droga y los secuestros, con la complicidad de las autoridades mexiquenses durante el mandato de Enrique Peña Nieto.
Los testimonios forman parte de la investigación del llamado “Michoacanazo” ejecutado por el gobierno federal en mayo de 2009, episodio donde se detuvo a 35 funcionarios del gobierno de Michoacán, quienes supuestamente estaban al servicio de dicha organización criminal para facilitar el trasiego de droga.
Sin embargo, nunca se abrió el capítulo de la conexión entre narcos y servidores públicos del Estado de México.
Con esta información no se quiso o no se pudo exhibir al gobernador y sus funcionarios, tampoco se les puso contra la pared como ocurrió con el perredista Leonel Godoy Rangel de Michoacán y los 35 funcionarios detenidos que hoy están en libertad ante la falta de pruebas por parte de la PGR.
Con los mismos testigos que la PGR utilizó para armar el llamado “Michoacanazo” se hizo una historia similar que habla de la penetración de La Familia Michoacana en el Estado de México y su poder económico para corromper funcionarios públicos de las áreas de seguridad pública.
¿Planeó el gobierno de Felipe Calderón el mismo golpe que dio a Michoacán para el Edomex?
Tras la vergüenza de no haber podido mantener en prisión a uno solo de los 35 funcionarios michoacanos al servicio del narco, según las versiones de los testigos protegidos, la PGR quedó exhibida.
Pese a ello, la PGR se empeñó en seguir acumulando testimonios de narcotraficantes atrapados, que bajo el programa de testigos protegidos operado por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), aportaban información de sus organizaciones criminales y sus integrantes.
Fue así como sumó las declaraciones de Sergio Enrique Villareal Barragán, alias “El Grande”, uno de los operadores más importantes de “Los Beltrán Leyva”, quien en octubre de 2010, en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/497/2010 ayudó a perfilar a los líderes activos de la Familia Michoacana en ese momento, contra quien se direccionó la cacería.

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